Starwhal: Just The Tip – La reseña

Narvales, disfraces y muchos colores. Estos fueron los ingredientes para Starwhal, un extraño juego que deberían jugar con sus amigos, pero no tanto si están solos. 

Los narvales no son animales muy conocidos por el común de la gente (o tal vez sí, gracias a este video), pero de todas formas les explicaré qué son estas particulares criaturas. Básicamente hablamos de ballenas con un largo cuerno en sus frentes, como si se tratara de unicornios marinos. Y no, no son seres mitológicos, existen en nuestro planeta siendo tan… narvales como pueden. Ahora que saben acerca de estos mamíferos, es seguro que la primera pregunta que llega a sus cabezas es ¿qué pasaría si hacemos que combatan a muerte en el espacio, pintados con colores chillones y vestidos con trajes ridículos? No tienen que pensar demasiado, ya que la respuesta está justo aquí, con Starwhal: Just The Tip, un extraño juego con uno de los multiplayers más caóticos y divertidos de la nueva generación, pero con un modo para un jugador no apto para todos.

El modo clásico de este juego enfrenta hasta cuatro jugadores con un objetivo simple: romper corazones. Suena trágico, pero es la realidad. Luego de personalizar a cada narval con colores y trajes vistosos, entrarán en un escenario donde usando los cuernos de los personajes deberán quebrar un corazón ubicado en el vientre de cada adversario. El final de cada contienda está dado por un temporizador o cuando solo un jugador quede con al menos un corazón intacto; los demás, al perder todas sus vidas, simplemente explotarán en pedazos. Como sacado de Discovery Channel.

El segundo modo, Score Attack, también nos forzará a romper corazones, pero esta vez quien primero logre un tope específico de puntos se llevará la victoria. Los dos modos restantes también se parecen entre sí; en Zones hay que controlar ciertas áreas durante el mayor tiempo posible, mientras que en Heart Throb deberán robar el único corazón disponible y mantenerlo con ustedes tanto como puedan.

Suena sencillo, solo atravesar unos cuantos corazones con un arma afilada o controlar un par de zonas. Pues no lo es, requiere habilidades que seguramente no saben que poseen, o de las que definitivamente carecen. Los narvales solo pueden ser controlados con tres comandos: girarán acorde o contra de las manecillas del reloj si presionamos derecha o izquierda en el stick, e irán hacia adelante si oprimimos otro botón. Créanme, parece mucho más fácil mientras lo escribo, pero dirigir a los narvales hacia el sitio exacto donde los quieren es sencillamente imposible, y eso está muy bien. El caos es total y encantador, y mientras juegan Starwhal tendrán sentimientos encontrados, pues no tendrán idea de lo que están haciendo, pero se sentirán hábiles en eso. No será extraño que, por ejemplo, los jugadores terminen atascados en un espacio estrecho, sin posibilidad de salir, inmunes a los ataques de alquien más, ¿o solo nos pasa a nosotros, el equipo de GamerFocus?

Pero no deben olvidar que no son simples narvales, ya que están en el espacio disfrazados de todo tipo de personajes. Starwhal: Just The Tip puede presumir sus más de 9.000 (¡Es más de 8.000!) combinaciones de trajes con las que podremos vestir a estos simpáticos animales. Sombrero de charro, orejas de gato, piel de oso, sables de luz, cascos de robots azules (*coughMegaMancough*), plomero del Reino Champiñón, capucha de asesino, luchador callejero, sashimi y fez con corbatín son algunos de los muchos elementos con los que podremos personalizar a nuestros narvales y llevarlos a las batallas espaciales, y que hacen referencia a personajes famosos de otras franquicias, como seguramente notaron.

Los escenarios también tendrán cierta variedad, que apunta más a la diversidad de gameplay que a las diferencias visuales. Cada área principal, dentro de las que encontramos un planeta extraterrestre, un área volcánica, una cueva con un pulpo gigante, un terreno boscoso o un valle congelado, está dividida en varios niveles en los que varía la estructura con retícula y los obstáculos, mas no el fondo y la esencia. Estos lugares serán los testigos no solamente del caos entre varias personas, sino también del modo para un jugador, un apartado no tan divertido pero sí mucho más difícil.

Cuando jugamos solos también podremos entrar en los modos Clásico, Score Attack, Zones y Heart Throb, pero será mucho menos divertido en solitario, pues simplemente no se siente lo mismo jugar contra la inteligencia artificial del juego; es en el modo multiplayer donde Starwhal puede demostrar toda su genialidad. Lo que sobresale cuando jugamos solos son los desafíos, en los que debemos recorrer el escenario del punto A al punto B en el menor tiempo posible, pero recuerden, controlar con precisión a los narvales es una tarea complicada, que se hace más difícil cuando la misión es seguir una ruta  específica evitando lava, ácido, viento o paredes que nos hacen rebotar. Sufrí bastante para completar estos recorridos tan solo en los niveles fáciles, así que la dificultad más alta es en realidad muy desafiante, perfecta para quienes gustan de retos extremos pero no para quienes buscan un rato de diversión.