Near Death – La reseña

Odio el frío. Apenas siento una corriente de aire de baja temperatura me enfundo en mi chaqueta o pienso en buscar abrigo en mi cama; mi productividad baja como si fuera un oso a punto de hibernar. Por eso sentí verdadera pena cuando vi los primeros minutos de Near Death. Pensé en cómo mi molestia por esa condición climática podía parecer una tontería en comparación a una aventura de supervivencia en la Antártida.

Near Death es un juego de Orthogonal Games cuya historia no depende de monstruos, enemigos armados hasta los dientes o misterios del más allá para provocar la sensación de peligro. Encarnamos a una piloto que sobrevive a un aterrizaje forzoso en la Antártida, dejándonos a unos metros de la estación de investigación Sutro. El gran problema: es un lugar abandonado y prácticamente hecho trizas, estamos a 200 millas del destino original y las condiciones climáticas se complican a cada momento, limitando cualquier posibilidad de rescate inmediato.

Near Death equilibra su peso argumental entre los objetivos a cumplir de manera casi lineal y la exploración propia del jugador. Durante nuestro paso por este helado lugar vemos cómo se plantean una serie de tareas (varias de ellas informadas por teletipo) para tratar de sobrevivir el mayor tiempo posible y buscar la forma de salir de Sutro. Por ejemplo, hay secciones donde debemos ubicar el almacén de suministros, reparar un generador o encontrar una pieza de antena para tratar de mejorar nuestras comunicaciones.

Esto parecería sencillo en otro juego, pero Near Death se las arregla para hacer de la experiencia un verdadero rompecabezas, a veces contrarreloj. Primero tenemos que volver a hablar del horroroso clima. Nuestra protagonista no debe pasar mucho tiempo a la intemperie o en cuartos sin calefacción o morirá por hipotermia; como solución inmediata tenemos un calentador portátil que encontramos al inicio del juego pero este consume recursos, así que usarlo requiere cabeza… fría.

Sumado a la baja temperatura, vientos fuertes que no permiten caminar con comodidad y algunas tormentas de nieve, llega la oscuridad. Los exteriores están sumidos en la larga noche de la Antártida, por lo tanto la visibilidad es muy baja y no es fácil llegar a los puntos importantes de la estación; además el mapa del lugar nunca indica nuestra posición exacta respecto al entorno sino que trabaja como una brújula y muestra los sitios importantes como referencia. Es decir, dependemos completamente de nuestro sentido de orientación en un ambiente que no ayuda para nada al mismo.

Hasta aquí parece que tenemos más cosas en contra que a favor, pero los diseñadores introducen con calma diferentes mecánicas de importancia para sobrevivir. Como dijimos anteriormente tenemos un calentador portátil y una linterna desde el inicio de la terrible noche, estos objetos consumen recursos. Para volverlos a obtener hay que actuar como buen carroñero y explorar cada rincón de la base e ir recogiendo baterías y keroseno; pero no es lo único que encontraremos.

Near Death incluye un sistema de ‘crafting’ donde podemos utilizar diferentes objetos regados por la estación Sutro y transformarlos en herramientas útiles. Por ejemplo, con algunos trozos de cinta y tela podemos hacer parches para reparar ventanas rotas y así crear un cuarto sellado para utilizar correctamente la calefacción. O podemos crear dispositivos básicos con los cuales arreglamos circuitos de cada zona. Incluso hay formas de mejorar ligeramente nuestra vestimenta para retardar los efectos mortales del frío. Pero hay que tener cuidado: los materiales son escasos, no hay que fabricar cosas a la ligera.

El sistema de crafting y la búsqueda detallada de objetos abren posibilidades para mejorar la exploración en la base, así que es mejor sacar provecho de cualquier cosa que veas, puede ser una herramienta útil que ayude a abrir nuevas zonas o caminos, o planos de creación de objetos que amplían las opciones en el menú de construcción. Al combinar ambos aspectos podemos crear sogas que sirven de guía para ciertos caminos complejos, o podemos encontrar postes portátiles que generan pulsos de luz, muy útiles para ubicarnos en la oscuridad.

En general, los desarrolladores logran crear una situación muy interesante con una propuesta sencilla a nivel de historia, mecánicas centrales y presentación visual. Near Death no es un juego donde estarás asombrado por la belleza de su apartado gráfico, ya que usa acabados muy básicos pero suficientes para combinarse con todos los demás elementos y así brindar la sensación de estar en una situación extrema y peligrosa. Para el equipo de Orthogonal Games es más importante el trazado de los niveles tanto en interiores como en exteriores, siendo los primeros relativamente laberintos y los segundos ideales para generar confusión (más no frustración) en el jugador. Tal vez el lado más flaco del título es su sonido, apenas eficiente y nada inspirado; aún así no impacta de manera exagerada la experiencia.

Algo por advertir: para generar una sensación de vista real, Near Death utiliza un sistema de cámara en primera persona bastante sensible tanto al movimiento del mouse como al impacto del viento. Esto puede ser molesto para aquellas personas con problemas visuales o de vértigo; es una opción que se puede desactivar pero al hacerlo se siente un cambio muy fuerte donde perdemos parte de la emoción. Así que debes tenerlo en cuenta si deseas probarlo.

Reseña hecha con una copia de Near Death en su versión de PC brindada por Orthogonal Games.