Loadout – La Reseña

Soy de la generación que disfrutó de El Coyote, El Correcaminos y Tom & Jerry. Ese tipo de violencia caricaturesca fue cambiando con los años en estilo y público, por ejemplo Ren & Stimpy o Happy Tree Friends. Fuera con cualquiera de estas series u otras que no tengo presentes, muchos nos preguntamos en algún momento qué pasaría si esas locuras y castigos físicos sucedieran en la vida real. Tal vez nunca lo sepamos, pero hay un nuevo juego multijugador que nos da una aproximación a la respuesta: Loadout.

Loadout es un título de disparos en tercera persona con corte Free-to-Play ambientado en un planeta donde el principal recurso es el mineral llamado Blutonio, el centro de las disputas de…todos. Los desarrolladores tratan de usar el humor y la tremenda profundidad de su propuesta para atraernos. En este sentido hace honor a su nombre: pone a nuestra disposición un gigantesco arsenal de armas que podemos personalizar a nuestro gusto (incluso con apodo propio) y así tener siempre disponible el conjunto correcto para cada partida.

Si los números nos aburren y preferimos el resultado práctico en el campo de batalla, tenemos la opción de ir a una galería de tiro antes de aceptar los cambios. Los efectos visuales de las armas contrastan gracias a su rango entre lo letal y lo cómico. Siempre será diferente ver la munición con carga de fuego comparada con la metralleta que dispara gigantescas bolas de acero.

Al probar las armas en la galería de tiro o al entrar a nuestra primera partida nos damos cuenta de que el estudio Edge of Reality tomó clara inspiración de aquellas caricaturas de tono violento tanto en la parte gráfica como en algunos toques humorísticos. Tipos con proporciones extrañas y la agradable sorpresa del modelo de personaje femenino que no tiene las típicas curvas de mujer fatal, todos haciendo gestos ridículos o bailes chistosos. Además en Loadout corre mucha sangre. Por litros. No hay campo para la timidez ni para mostrar de forma cruda y loca los efectos de los disparos en el cuerpo de los personajes manteniendo la consistencia con su estilo gráfico.

En Loadout todo ocurre a alta velocidad, calzando perfecto con el ambiente de caricatura. Dos grupos de cuatro personas se enfrentan en diferentes modos de juego. No son del todo originales, pero quedaron adaptados al loco mundo de forma que se sienten frescos. Por ejemplo hay una curiosa versión de Captura la Bandera llamada «Robamartillos»: Cada facción tiene la tarea de robar el martillo rival (en realidad un mazo gigantesco); quien lo tiene en sus manos puede usarlo para eliminar enemigos y cada vez que lo hace incrementa su valor, así que si logramos llevarlo a nuestra base obtenemos un bonus por rival machacado que sumamos al puntaje general del equipo.

Para un juego rápido como Loadout necesitamos un control preciso y ágil, algo logrado por los desarrolladores sin inconvenientes. Todos los movimientos fluyen con gracia (bueno, la que permiten los exagerados cuerpos) y hay completo equilibrio entre las acciones de los personajes y el armamento. Además no existe sistema de cobertura y los mapas tienen rutas diversas y muchos puntos altos lo que obliga al jugador a moverse constantemente. Lo peor que puedes hacer es quedarte quieto y esperar a que te electrocuten la cabeza.

Luego de cada partida vemos un completo registro del nivel de experiencia ganado, nuestro desempeño en el campo de batalla, y algo muy importante: El Blutonio conseguido transformado en Blutes. Esta es una de las dos monedas que podemos usar en el juego, y tal vez la más importante porque con ella compramos las mejoras del armamento. Lo bueno de los Blutes: Siempre los podemos conseguir sin mayores problemas con el simple hecho de jugar, es decir, no hay obligación de usar dinero real para obtener buenas piezas o mejoras, depende más de nuestro nivel y cómo administramos el progreso con el árbol tecnológico.

La segunda moneda es el Spacebux representado por monedad doradas. Esta solo se obtiene a través dinero de verdad, pero está mucho más enfocada en la compra de mejoras de apariencia del personaje como ropa, peinados y divertidos bailes, además de avatares para identificarnos en el lobby. También sirve para adquirir packs de experiencia o espacios para almacenar combinaciones de armas; estos últimos también podemos desbloquearlos sin problema con solo jugar.

Este sistema de microtransacciones usado por Loadout garantiza que exista un equilibrio de fuerzas entre jugadores porque no hay que invertir una gran cantidad de dinero real en armamento. Eso si, los elementos de personalización de personajes son costosos. Y ahí está una de las claves que podría asegurar el éxito económico para el estudio: Si mantienen ofreciendo objetos atractivos y mejoran los precios seguro venderán muchos de ellos, algo parecido a lo que pasa con los sombreros en Team Fortress 2 pero en Loadout observamos mayor variedad en algunos items.

También debemos hablar de aquello que no sale bien en Loadout. En el aspecto visual de los escenarios hay una mezcla que los hace ver raros, así como hay edificios y lugares muy bonitos y curiosos, el terreno y otros elementos lucen demasiado simples, incluso opacos si los comparamos con los personajes o las armas; además solo hay cuatro mapas que de no ser por los modos de juego se volverían predecibles.

Algo similar pasa con los efectos de audio, unos sorpresivos, otros muy comunes y música repetitiva a pesar de ser perfecta para el título. Por otra parte, la información en pantalla durante las partidas nos puede abrumar durante las primeras sesiones, en especial en el modo Aniquilación que resulta de la mezcla de varias modalidades.

Otro punto débil en Loadout: Hemos tenido inconvenientes esporádicos para encontrar partidas, sin que sea algo totalmente grave. Edge of Reality ha dado un parte de tranquilidad a los usuarios asegurando que trabajan para mejorar la situación, esto los obligó a suspender algunas partidas competitivas de forma temporal. Por último, si juegan con el idioma en español verán que los menús no están bien traducidos, probablemente encuentren frases sin sentido o instrucciones que no encajan como debe ser.