Karma: Incarnation 1 – La reseña

Seguramente hemos utilizado alguna vez la palabra ‘Karma’ para definir un momento en el que fallamos o recibimos «castigo» porque hemos cometido algún acto malo o prohibido en el pasado. Es como una especie de Ley de Murphy con base espiritual, pero que en realidad va un poco más allá como muestra la siguiente definición:

Karma: 

1. m. En algunas religiones de la India, energía derivada de los actos que condiciona cada una de las sucesivas reencarnaciones, hasta que se alcanza la perfección.
2. m. En algunas creencias, fuerza espiritual.

Real Academia Española

El estudio AuraLab toma este concepto para apoyar los sucesos y estilo visual de Karma: Incarnation 1, el primero de una serie de episodios de aventura gráfica que nos lleva por coloridos mundos para explorar una extraña historia de amor y salvación. El resultado es atractivo en muchos aspectos, pero con algunos fallos que deben corregirse en la potencial continuación del relato.

Karma: Incarnation 1 presenta a dos seres de luz que se enamoran en el espacio. Uno de ellos resulta secuestrado por una entidad oscura y el otro pide a un dios volver a la vida para tratar de rescatar a su amada. El plan no sale del todo bien, y en lugar de revivir como un dragón lo hacemos en forma de un gusano regordete, complicando la misión de rescate que posteriormente se transforma en un evento aún más delicado: recuperar tres artefactos sagrados necesarios para el funcionamiento del mundo, uno de los cuales debemos obtener en este episodio.

Como ven, el grueso de la historia cumple con el precepto clásico de salvar a la damisela en peligro, pero el relato no se desarrolla de la forma a la que estamos acostumbrados actualmente. En Karma: Incarnation 1 no hay una sola línea de diálogo tradicional, ni subtítulos o frases para describir acciones. Cada suceso y encuentro se resuelve mediante la interpretación de imágenes que reemplazan a las palabras, haciendo que cada jugador interprete de manera relativamente diferente los momentos claves de la aventura. Esto puede ser contraproducente si estás acostumbrado a títulos ricos en lectura o muy descriptivos; hay que mantener la mente abierta, tomar este viaje narrativo con calma y algo de imaginación.

El juego funciona con las mecánicas básicas de una aventura point-and-click donde la interacción con el escenario se realiza a través del cursor del mouse, incluyendo objetos, personajes y la observación de cada lugar. Además de algunos eventos de elección que pueden cambiar la forma en la que se desarrolla el argumento. Como adición tenemos un poder especial con el cual podemos ver una dimensión alternativa alrededor del protagonista, esto con el fin de buscar pistas para resolver varios puzzles.

Sobre estos hay que destacar su variedad en el sentido que no se limitan a una simple acción del personaje, pues hay que analizar muy bien los diálogos visuales y observar cuidadosamente cada elemento presente en los diversos parajes (no dejen nada sin tocar con el puntero). Lastimosamente no todos los puzzles están bien elaborados: unos guían en exceso al jugador y otros son increíblemente frustrantes, de forma que se resuelven más por el ensayo y error que por el análisis. Esto crea un desbalance, haciendo que pasar por algunas zonas sea un verdadero «Karma» mientras que en otras nos sentimos como Sherlock Holmes.

En lo que no hay ahorros ni equivocaciones por parte de AuraLab es en el apartado artístico. Los mundos de Karma: Incarnation 1 están repletos de colores y contrastan de manera exquisita con los alocados personajes que están representados siempre en blanco y negro, generando un mundo psicodélico que puede transmitir alegría, euforia, tristeza y desolación en los momentos adecuados. La música complementa estas sensaciones con temas tribales que se conectan muy bien con la onda espiritual del juego.

¿Por qué el estudio decidió lanzar el título por episodios? Si tenemos suerte y resolvemos las situaciones de Karma: Incarnation 1 obtendremos unas dos o tres horas de juego máximo; por lo tanto lo ideal sería tener un solo paquete con la totalidad de la historia. El proyecto no nació como un juego sino como serie animada, pero al ver su potencial pasaron a crear esta primera experiencia mediante un pequeño equipo de trabajo, que apenas ha podido completar este primer episodio mediante crowdfunding. Por otra parte, hay que tener en cuenta que posee cierta rejugabilidad debido al componente de decisiones, así que puedes experimentar un poco para ver los cambios que provocan tus acciones.

Reseña realizada con una copia digital de Karma: Incarnation 1 en su versión de PC brindada por AuraLab.