Guncraft: Blocked and Loaded – La reseña

Minecraft en la escena de los videojuegos, sea de manera directa o indirecta, además del masivo alcance que ha tenido en cuanta plataforma se ha estrenado, lo que ha motivado a algunos desarrolladores han intentado usar su misma fórmula o modificarla de alguna manera. En el caso de Guncraft: Blocked and Loaded, el equipo de Exato Game Studios intentó brindar un componente de acción adicional, pero no logró ensamblar correctamente las piezas.

El concepto de Guncraft es muy sencillo: hacer un shooter con la apariencia y flexibilidad creativa de Minecraft. De hecho, cualquiera que ponga pie dentro de los escenarios notará que su apariencia de bloques es prácticamente igual a la del título de Mojang. Para tratar de marcar diferencia, el personaje que manejamos toma la forma de un soldado en vóxeles y se introduce el elemento competitivo directo tradicional de un juego de disparos en primera persona.

Teniendo esto en cuenta, Guncraft incluye los elementos básicos de un shooter moderno en primera persona. El personaje con el que ingresamos a las partidas puede personalizarse en diferentes aspectos, como su aspecto, armamento, vestimenta y objetos; muchos de estos elementos se desbloquean dependiendo de nuestro rendimiento en las partidas. También podemos crear clases personalizadas con diferentes configuraciones de armamento para cumplir los roles que más nos gusten, además de asignar killstreaks al mejor estilo de Call of Duty. Tal vez la novedad más interesante es el uso de una pistola que dispara una cuerda, con la que podemos acceder a estructuras altas o cambiar de posición rápidamente.

Dentro de las clases se añade el componente de construcción. Guncraft nos permite usar en las partidas un modo de Construcción, donde podemos usar piezas con diferentes materiales o elementos prefabricados siempre y cuando tengamos los recursos disponibles. Por ejemplo, podemos colocar un puente, un muro, una caja gigante, una ametralladora pesada o ensamblar pieza a pieza la estructura que nos guste; luego cambiar al modo de disparo y seguir combatiendo. Para cada tipo de soldado podemos escoger las estructuras prefabricadas en el menú de personalización.

Los recursos hacen que la idea de fabricar estructuras no sea tan buena al iniciar las partidas, es un componente que funciona mejor hacia el final de las mismas cuando contemos con los materiales suficientes; digamos que toma mayor sentido como estrategia a largo plazo. Igualmente hay que resaltar que todo el entorno se puede destruir con disparos, explosivos y demás, haciendo más dinámico el papel de los escenarios.

Todo lo anterior suena prometedor. El problema está en la estructura general, más parecida a una excavación al azar que a una estructura organizada: el manejo de las armas es lento en exceso, algunos mapas tienen tamaños exagerados, áreas demasiado abiertas o con muchos escondites perfectos para campers, no hay puntos de reaparición balanceados (más de una vez me eliminaron antes de empezar a correr), algunos menús y opciones no son nada intuitivas, los sonidos son genéricos al extremo y aunque se ofrece en los tutoriales la opción de manejar vehículos no aparecen de manera regular.

Pero el problema más duro (y que afecta a cualquier título en línea) es el lag. No hubo una sola partida de prueba en la cual no experimentara retraso en la conexión a la red, dando como resultado mal registro de los disparos, cortes en la animación, «teletransportaciones», etcétera. Para completar, el sistema de búsqueda de partidas no es eficiente: así salgamos de una para buscar otra siempre volvemos al mismo punto. Tal vez sea por una comunidad con baja población, pero no por eso deja de afectar la experiencia.

En cuanto a modos de juego tampoco hay muchas novedades o puntos altos. Encontramos lo básico como Deathmatch, Team Deatmatch y Capture The Flag; además hay un modo cooperativo llamado Onslaught para enfrentar oleadas de enemigos, otro de corte Infección donde debemos detectar a alienígenas o humanos usando ciertas habilidades y uno donde debemos escalar un pozo de lava mientras tratamos de que otros jugadores caigan. Los modos competitivos apenas cumplen y el cooperativo no es nada del otro mundo y probablemente sea donde menos tiempo se invierta.

Las fallas en el componente shooter se compensan un poco con el enfoque de edición: Guncraft permite crear escenarios y armas desde cero usando una herramienta con materiales ilimitados, cambios de cámara y demás. Es una pena que ambos apartados no sincronicen de mejor manera ni cuenten con la misma calidad. Es probable que las personas con altos intereses creativos pasen más tiempo con el juego, pero los aficionados a los contenidos de acción no se sentirán igual de recompensados.

Reseña realizada con una copia de Guncraft para Xbox 360 proporcionada por Reverb Publishing.