Far Cry 4 – La reseña

Muchas personas aseguran que en un viaje lo más importante no es el destino sino el camino. En Far Cry 4 podemos comprobar parte de esta teoría gracias al descubrimiento de un mundo tan hermoso como hostil, tan humorístico como violento y tan divertido como peligroso, todo compilado en el sendero seguido por Ajay Ghale a través de la exuberante tierra de Kyrat.

Ajay Ghale es un hombre común que desea cumplir la última voluntad de su madre: que sus cenizas sean llevadas a su tierra natal, Kyrat. Antes de que podamos bajarnos del bus somos interceptados en un retén militar y apenas sobrevivimos gracias a la intervención de Pagan Min, un pintoresco y sanguinario dictador. Tampoco duramos mucho tiempo como prisioneros ya que somos rescatados por una facción rebelde llamada Golden Path. Así empezamos un viaje impresionante para descubrir más sobre el pasado de nuestros padres, cumplir nuestro papel de héroe prometido y evitar que Pagan Min acabe con nosotros o nos reclute.

A pesar de que Ajay Ghale se acostumbra bastante rápido a sus roles de combatiente podemos decir que es víctima de las circunstancias. La guerra civil que carcome a Kyrat no es un conflicto en el que desee participar, pero resulta cumpliendo objetivos para abrirse camino a través de este país, incluso rozando las líneas grises de la moral. Por su parte, Pagan Min es un villano excéntrico que trata de imponer su imagen de rey casi divino, acosando constantemente a Ajay a través de la radio y atemorizando a los pobladores de Kyrat gracias a sus normas totalitarias dignas de la peor de las dictaduras.

Pero ellos no son los únicos personajes dignos de mención. El conjunto de personalidades de Far Cry 4 reúne mercenarios alocados como Hurk, rebeldes como Sabal y Amita, vendedores de armas fanáticos como Longinus, productores de películas que usan videos de actividades de riesgo como carreras de motocicletas, traficantes de droga, etc. En algunos casos son estereotipos y en otros casos son mejor construidos, pero su variedad de comportamiento y las relaciones trazadas con Ajay hacen divertida la historia principal y se conectan perfectamente con las misiones secundarias.

Kyrat es un mundo creado con mucho mimo y cuidado. Es un territorio inmenso y diverso donde no se siente que estemos repitiendo la misma vista una y otra vez. La vivacidad de sus colores y cambios en los terrenos impactan a cualquiera que observe el paisaje o transite por los múltiples caminos que existen. También hay que decir que se siente vivo gracias a la fauna: en una sección en la que estaba transitando a pie buscando una misión surgió de lo profundo del bosque un elefante de una forma tan elegante, sorpresiva y suave que me pareció una de las escenas más bellas del juego. Esta vitalidad también nos puede jugar en contra: en otra misión en la que trataba de usar el sigilo, un hurón me mordió y me quitó la mitad de la vida, además de delatarme y hacer que las tropas de Min me eliminaran dolorosamente.

A pesar de algunos momentos forzados en los primeros minutos (tal vez para servir como tutorial), Far Cry 4 nos brinda un buen nivel de reto y a la vez mucha libertad para afrontar la mayoría de misiones. Las tropas enemigas son agresivas, buscando siempre flanquearnos para sorprendernos y llevando nuestra habilidad al límite. Por eso es conveniente analizar muy bien las situaciones para buscar la mejor alternativa, algo que nos invita a experimentar soluciones gracias al terreno, el equipo y las habilidades desbloqueadas. También hay un componente de decisión en algunas misiones del Golden Path, donde debemos elegir la alternativa planteada por uno de sus dos líderes, lo que impacta las misiones siguientes y la relación que tenemos con los jefes rebeldes.

Las misiones secundarias son variadas y en algunos casos dinámicas,por ejemplo se generan eventos aleatorios donde debemos ayudar a las tropas de Golden Path a librarse de peligros ganando así puntos de Karma que podemos utilizar para pedir refuerzos. Otras nos piden recuperar objetos, asaltar caravanas o disputar carreras para grabarlas con una Action Cam. Por último podemos llevar nuestras habilidades al extremo al competir en la peligrosa Arena.

Para brindar crecimiento a nuestro héroe encontramos dos tipos de mejoras. En primer lugar, podemos comprar habilidades nuevas para Ajay a través de puntos de experiencia usando dos listas sencillas pero muy completas: la de Tigre, relacionada con el combate tanto con armas como cuerpo a cuerpo, y la de Elefante, ligada la resistencia física, esta última es muy importante si deseamos construir jeringuillas a base de plantas que tienen diferentes efectos en el cuerpo de nuestro protagonista. El segundo tipo de mejoras tiene que ver con la cantidad de espacios en el inventario, divididos en equipo de carga que debemos construir usando pieles de diferentes animales. Ambos tipos de mejora invitan al jugador a cumplir diferentes misiones y explorar el territorio.

Pero esta exploración no debe ser necesariamente con fines «militares». A través del juego encontraremos notas, libros y diarios que nos permitirán conocer más sobre la historia de Kyrat, la forma en que maneja Pagan Min su enloquecido reino y el pasado misterioso de los padres de Ajay. El simple hecho de buscar diferentes paisajes es más que suficiente para que deseemos conocer esta exótica tierra, en ocasiones bien acompañada por los temas musicales de fondo.

Todos estos componentes me hacen pensar en Far Cry 4 como un combate constante y equilibrado entre dos fuerzas, representadas en diferentes dualidades a través del juego. Sean Amita o Sabal, el Tigre o el Elefante, la belleza o la guerra, la locura o la pausa, e incluso las personalidades de Ajay y Pagan Min. Aunque hay elementos «grises» entre ellas, se mantiene una puja constante que nos recuerda que nada es perfecto ni absoluto.

El contenido en línea ofrecido a través de la sección Chronicles tiene marcados contrastes en su calidad. Mientras los modos competitivos de cinco contra cinco son genéricos y carecen de balance, los escenarios creados por la comunidad a través del editor de mapas incluido en Far Cry 4 ofrecen diferentes niveles de diversión y locura; sin embargo es probable que no uses estos modos tanto como la campaña principal o las misiones cooperativas para dos jugadores.

Far Cry 4 no es inmune a errores pero son cosas que no dañan la experiencia. A veces vemos algunos movimientos extraños en los personajes o ligeras demoras para desplegar la información sobre los elementos que vamos recogiendo. Para la versión analizada (Xbox 360) hay ligeras caídas en la tasa de cuadros por segundo pero no a un nivel inquietante. En general es un juego limpio en el aspecto técnico.