Pixel Buds de Google nos acerca a la ‘Guía del autoestopista galáctico’

Hablar y entender cualquier idioma en el universo con solo insertar la criatura más perfecta de la naturaleza al interior del oído, suena descabellado, pero terrícolamente alcanzable gracias a la tecnología, específicamente a Google. Durante su evento anual de hardware, la compañía reveló sus propios audífonos inalámbricos denominados Pixel Buds.

Dichos audífonos presentan controles por gestos, deslizándolos o tocándolos para cambiar canciones, responder llamadas o ajustar el volumen. Al tocar el Pixel Bud derecho, se activa Google Assistant, gracias al cual se pueden obtener direcciones, designar recordatorios, acceder a música y mensajes. Hasta cinco horas de duración con una sola carga pueden ostentar.

Solo están disponibles en la tienda online de Google que no funciona en Latinoamérica, en colores negro, blanco y azul por un total de 160 dólares. Su cargador portable puede proveer 24 horas de batería a través un puerto USB-C, similar a los AirPods de Apple. Cualquier dispositivo con Android Marshmallow o superior puede sincronizar los Pixel Buds a través de la función ‘Fast Pair’.

Aunque estos audífonos funcionan con cualquier dispositivo Bluetooth habilitado, son los propietarios de los teléfonos Pixel de Google los que obtienen mayores beneficios, aquellos como los del pez de Babel, pero más aterrizados. A través de la aplicación Google Translate, los usuarios podrán sostener conversaciones y traducciones en tiempo real, instantáneas. Las personas solo tienen que hablar a través de los Pixel Buds, y el parlante del teléfono Pixel traducirá en el idioma deseado, o al revés. Hasta 40 idiomas son compatibles.

Previamente, la compañía Bose había integrado Google Assistant en sus audífonos, pero su alto costo no los hace viables del todo. En el caso de los Pixel Buds en conjunto con un smartphone Pixel que tampoco se consigue en Latinoamérica, definitivamente son un accesorio que podría cambiar el mundo de la comunicación, las relaciones públicas y el turismo.

O incitar las más terribles guerras como el pez de Babel, quién sabe.

 

Fuente: Engadget