XCOM 2 – La reseña

Tantas formas de clasificar videojuegos y hay una que no pierde vigencia: separarlos por su grado de dificultad. Vemos títulos que nos dan la mano paso a paso mostrando una experiencia cinematográfica que impacta pero mide muy poco nuestras habilidades o paciencia. Y existen otros donde la curva de aprendizaje y los retos ofrecidos son tan altos que nos hacen sentir héroes por superarlos, o totalmente castigados al no superar una zona. XCOM 2 pertenece a esta última categoría: a pesar de lucir como la típica aventura de ficción, su argumento y mecánicas imponen sobre nosotros el peso de comandar una resistencia militar contra una invasión alienígena.

XCOM 2 ocurre 20 años después de los sucesos de XCOM: Enemy Unknown y su expansión Enemy Within. La Tierra ha estado bajo el dominio alienígena camuflado en el aparente orden del ADVENT, una organización que ofrece supuestos beneficios a la humanidad pero realmente oprime a la misma con un objetivo bastante oscuro. De la organización XCOM (que era la última línea de defensa) apenas queda un pequeño grupo limitado a operar dentro de la nave Avenger, teniendo que luchar con pocos recursos y en total desventaja.

Todo cambia con la misión de tutorial en la cual liberamos al Comandante, el coordinador de tropas en los anteriores juegos y que viene a ser nuestro papel en el juego. Estábamos en un modo de suspensión artificial totalmente planificado por los alienígenas y, ahora libres, nos forjamos como la mayor amenaza del ADVENT y la única esperanza de la humanidad.

XCOM 2 relata los acontecimientos a cuentagotas, dosificado de forma casi farmacéutica dentro del gameplay. Sin entrar en muchos detalles, tenemos que encargarnos de ampliar el movimiento de resistencia alrededor del mundo para evitar el surgimiento del Avatar Project, una investigación del ADVENT de la cual se sabe poco al inicio pero que puede significar a largo plazo el fin de la especie humana como la conocemos. Igualmente vemos algunos dramas personales dentro del equipo con el que trabajamos, no tan profundos pero suficientes para generar presión.

Y eso que no hemos llegado al gameplay.

El título de Firaxis Games mantiene las dos fases estratégicas que han alimentado a los fanáticos de la franquicia XCOM: el combate por turnos y la administración de base. Aunque no se hagan al mismo tiempo, cada una brinda una sensación de responsabilidad gigantesca que puede abrumar a los jugadores menos experimentados, aún al usar el nivel de dificultad Normal – hay cuatro en total, el último es una pesadilla y puedes añadir a cualquiera el estilo Ironman que aplica a tus decisiones algo similar al ‘permadeath’ -. Toda nuestra campaña se resume en el equilibrio de ambos aspectos y tomar alternativas adecuadas teniendo en cuenta el bien general por encima de la gloria personal

Esto no es nada fácil. Cuando pasamos a la batalla usamos un escuadrón de soldados de cuatro clases básicas: Ranger, Especialista, Granadero, Francotirador, mejorable de manera persistente al elegir habilidades específicas y armamento especializado. Si lo unimos con la posibilidad de editar su aspecto, nombre y nacionalidad tenemos como resultado un grupo de personas que no querremos perder en cada combate. La desventaja: si mueren, no volverás a verlos y perderás todas las mejoras que les apliques.

Entonces, ¿por qué no entrar a pelear con un pensamiento defensivo? Porque todo en XCOM 2 es urgente. En varias misiones existe un contador que define un límite de turnos para cumplir uno de los objetivos del escenario. En otros el afán se define por la destrucción de un objetivo clave, defender una posición estratégica evitando el máximo daño a la misma, o rescatar una mínima cantidad de civiles durante los contraataques del mando extraterrestre. Demasiada precaución no es una opción, el desarrollo de los eventos te presiona para ser agresivo en tu andar y preciso al elegir tus opciones.

Digamos que en esta aventura todo fluye gracias a la experiencia obtenida de forma dolorosa, hiriendo el ego y dejando cicatrices en nuestro estilo para tomar decisiones. Conocer los diferentes tipos de enemigos requiere combatirlos para saber sus habilidades y el alcance de las mismas. También es necesario adaptar nuestros movimientos a los escenarios que son diferentes al repetir una misión, y tienen sus propios daños ambientales con posibilidad de afectar a cualquier bando. El esquema de acierto de disparo es tan aleatorio que puedes fallar un tiro con 90% de probabilidad de éxito. En este proceso veremos caer a muchos (MUCHOS) soldados, perder equipamiento valioso, sufriremos desmoralización de las tropas y un aumento en la probabilidad de cumplimiento del Avatar Project.

Pero no todo es malo ni frustrante. XCOM 2 es muy divertido en su fase de combate debido a la flexibilidad de tácticas a usar. En algunos escenarios empezamos en sigilo, permitiendo crear emboscadas que al lograrse parecen sacadas de un equipo SWAT. Aunque los porcentajes de ataque son tan fáciles de lograr como sacar un número preciso en el lanzamiento de dados siempre hay una salida disponible -haciendo aún más importante la experiencia, el ensamble del escuadrón y la relación con nuestros soldados-, recuperamos material importante para nuestro avance en la misión, y cada encuentro mantiene grandes niveles de tensión hasta el final.

En cuanto a la fase administrativa hay decisiones igual o incluso más delicadas. Al igual que en sus predecesores, XCOM 2 nos permite construir en nuestra base una serie de divisiones con diferentes objetivos como dar energía adicional, entrenar a los soldados o construir dispositivos avanzados para la tropa, pero en lugar de excavar un túnel debemos limpiar de residuos extraterrestres varias zonas de la nave Avenger para tener espacio de ampliación. Además tenemos tres centros importantes: los laboratorios científicos donde realizamos investigaciones y desbloqueamos nuevos elementos, la sala de ingeniería donde construimos objetos importantes para el combate (¿te gustaría una armadura con ganchos de escalada?) y la armería donde manejamos todos los aspectos relacionados con reclutamiento.

Encima de todo está la sala de mando principal: aquí tenemos acceso a un mapamundi donde vemos nuestro progreso al expandir el movimiento de resistencia, que pasa de ser un grupo local a una organización continental, además de lugares que requieren atención inmediata mediante el escaneo de cada región, el avance del Avatar Project y el despliegue de eventos oscuros (Dark Events) que añaden AÚN MÁS DIFICULTAD a la mezcla.

La fase administrativa crea sus propios retos. Los recursos siempre serán limitados así que debemos elegir sabiamente qué cosas construir y cuáles investigaciones llevar a cabo. El juego cuenta con su propio calendario y tiempo, por lo tanto las demoras tampoco son una opción para elegir los próximos movimiento y construcciones. Hay zonas que requieren la presencia de personal de apoyo difícil de contratar. Pero si logras establecer una buena programación te sentirás más como un administrador de empresa militar que como un pequeño rebelde sin oportunidades.

Hasta aquí todo luce muy bien: un juego difícil, estratégico y de alta profundidad en todos sus aspectos. Sumemos un apartado gráfico que a pesar de no ser muy detallado es bonito y funcional, con una banda sonora emotiva. Pero XCOM 2 sufre de algunos problemas de optimización que empañan el buen trabajo en las otras áreas del título, siendo más evidentes en la fase administrativa e incluyendo ralentización en los cuadros por segundo, congelamiento de pantalla, tiempos de carga extensos y falta de sincronía en ciertos diálogos. En la fase de combate son casi nulos así que no afectan la acción, pero el tiempo perdido con estos inconvenientes (y con cierta lentitud en el cambio de turno de la IA) hacen que el encanto y la intensidad caigan por momentos.

Actualización XCOM 2 – PS4 por Oscar Niño

A pesar de no ser muy amigo de los juegos de estrategia, mi reciente cariño por ellos ha crecido. Uno de los juegos que de vez en cuando repito y que me recuerdan lo mediocre que puedo ser en cuanto a estrategia se refiere, es XCOM: Enemy Unknown. Así que era inevitable no jugar la versión de XCOM 2 para consolas caseras.

En el texto que pueden encontrar arriba, mi compañero Alex describió muy bien el juego, así que en este corto texto me dedicaré exclusivamente a hablar de la parte técnica del juego en su versión para PS4.

En la consola de Sony, el juego se ve muy bien y mantiene todos los controles que vimos en Enemy Unknown y Enemy Within, por lo cual los jugadores que hayan optado por la versión de consolas se sentirán como en casa.

Tanto en PS4 como Xbox One, XCOM 2 corre a 30fps. En algunos casos cuando hay demasiados elementos en pantalla, el frame rate cae, pero no es una situación que ocurra muy a menudo; más o menos fue como en dos misiones, y no tuve caída de frames durante pantallas de carga o la nave de comando.

Sin embargo, el gran problema que tiene XCOM 2 en consolas son sus tiempos de carga. En muchos momentos son demasiado largos (más o menos un minuto cronometrado), normalmente cuando se carga un archivo de guardado. Entre la misión y la transición a la base XCOM eran más cortos, pero podían llegar a superar los 30 segundos. No es un detalle muy grave, pero estoy seguro que eventualmente un parche solucionará todos los problemas.

En el caso de todo lo mencionado anteriormente en la reseña de la versión para PC de XCOM 2, estoy de acuerdo en todo, por lo cual el puntaje se mantendrá. XCOM 2 ya se encuentra disponible para PC, PS4 y Xbox One.

Reseña hecha con una copia digital de XCOM 2 suministrada por Firaxis Games.