Whispering Willows – La reseña

Whispering Willows ha sido lanzado para varias plataformas y dispositivos móviles. El siguiente artículo hace referencia solamente a la versión de Nintendo WiiU.

Hace mucho, mucho tiempo (es decir, en los 80’s y 90’s) estaba muy de moda un género de videojuegos que se basaba en la exploración de escenarios, recoger y usar objetos para resolver puzzles y conversar con otros personajes. Eran conocidos como “Aventuras gráficas” y a él pertenecen grandes clásicos como Monkey Island o Broken Sword. Aunque en las dos últimas décadas este género no goza de la misma salud de antes, casi limitándose a los juegos que está haciendo Telltale Games y algunos estudios indie.

Tras una exitosa campaña en Kickstarter la gente del estudio independiente Night Light Interactive nos entregó Whispering  Willows, una aventura gráfica en 2-D que nos quiere contar una historia de terror un poco al estilo de ese genial primer Clock Tower de Super Nintendo, aunque desgraciadamente no se le asemeja en calidad.

Elena Elkhorn es una chica adolescente cuyo padre ha desaparecido hace unos días mientras cuidaba una siniestra mansión. Tras tener una visión de su padre en peligro, Elena decide visitar el terrible lugar para investigar el paradero de su progenitor. Allí descubre que posee poderes chamánicos que le permiten comunicarse con los espíritus de los muertos y moverse por el plano astral, habilidades que le serán muy útiles para desentrañar el siniestro pasado del lugar y encontrar a su papá.

¿Qué tan genial es que la protagonista sea una chica de ascendencia Nativo-americana? con la excepción del reciente Never Alone son muy pocas las posibilidades que tenemos de jugar con personajes así (a menos que estén completamente estereotipados) y sobre todo cuando en la trama hay elementos de chamanismo y espiritualidad. Pero me estoy adelantando un poco.

El control de Elena es increíblemente sencillo. Nos movemos solo a la izquierda y la derecha, podemos correr presionando un botón, pero solo en los escenarios exteriores y tenemos otro botón para liberar nuestro espíritu al plano astral. En esta forma nos podemos mover libremente en las cuatro direcciones y podemos entrar por zonas en las que no cabríamos de otra forma. También podremos ver y hablar con espíritus que nos ayudan, dan pistas o nos hablan sobre los eventos acontecidos en esas tierras. En forma humana no podemos verlos, pero el brillo azul del amuleto de nuestra protagonista nos avisa cuando estemos cerca de uno.  Si el brillo es rojo sabemos que estamos cerca de un enemigo, pero hay muy pocos en el juego y lo único que podemos hacer es tratar de evitarlos.

En realidad, la aparición de enemigos es algo forzada. Las mecánicas realmente no se prestan para un buen sistema de sigilo y realmente no encajan con el estilo del juego que tiene un foco en la exploración de escenarios para resolver puzzles y encontrar notas, cartas y diarios que van avanzando la trama. De hecho, Whispering Willows es un juego completamente impulsado por su narrativa y aunque dichos escritos no son necesarios para avanzar en el desarrollo es en ellos donde encontramos el grueso del contenido del juego, lo que puede causar que varios jugadores se pierda de gran parte de la historia.

Es gracias a estas notas que descubrimos que la mansión era el hogar del fallecido Wortham Willows (de ahí el nombre del juego) un hombre muy poderoso considerado el verdadero padre de la ciudad y muy querido y recordado por sus habitantes, pero también nos enteramos de su pasado oscuro, su relación con la masacre de los indígenas que habitaban esas tierras y el oscuro destino de las personas cercanas a él. Es muy interesante descubrir la vida de este hombre y hacernos reflexionar de nuevo sobre esa horrible idea que dice que “las masacres indígenas eran necesarias para el desarrollo de América”.

Todos estos temas son muy interesantes así como la mecánica de convertirnos en espíritu, pero desgraciadamente el juego en si no está a la altura de ellos y se sienten horriblemente desaprovechados. Los momentos en los que requerimos transformarnos prácticamente son parte del guión y no hay mucha libertad de exploración en este estado (se pueden encontrar un par de easter eggs pero nada relevante) y lo peor es que no se aprovecha para hacer puzzles interesantes, de hecho los pocos acertijos que encontramos en el juego son bastante simples y se basan en recordar números o mover algunas objetos lo cual resulta muy decepcionante. Por si fuera poco los escenarios son bastante laberínticos y no contamos ni  siquiera con un mapa ni la posibilidad de tomar notas en el Pad por lo que perderse resulta bastante frustrante en ocasiones ya que no hay muchos indicadores en los escenarios que nos ayuden a guiarnos.

Pero el pero pecado de este juego son las pantallas de carga. Cada que atravesamos una puerta debemos esperar a que el juego guarde y salve la partida. Estos tiempos de carga son muy largos y hay escenarios en los que pasamos más tiempo en esta pantalla que en el mismo juego. Se que este problema no lo tienen otras versiones de Whispering Willows, por lo que supongo que se hizo un mal trabajo al codificar la versión de WiiU. Si tan solo en estas pantallas tuviéramos un mapa o algo, pero no, debemos ver una y otra vez la misma escena durante todo el capítulo del juego (tiene un total de cuatro). Por si fuera poco estas escenas son arte del juego que… me da pesar decirlo, pero simplemente no es bueno.

Aunque el diseño de Elena, su versión espiritual y algunos de los fantasmas son realmente muy buenos, la verdad es que el arte del juego en general es muy malo. Ninguno de los escenarios tiene mucho personalidad y algunos fondos en están terriblemente dibujados. Afortunadamente el trabajo de sonido sí es destacable y la música que tiene y los efectos crean un ambiente muy bueno digno de la historia de terror que este juego pretende contar.

Este juego fue reseñado con una copia de Whispering Willows para Nintendo WiiU brindada por Night Light Interactive.

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