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The Elder Scrolls V: Skyrim (Nintendo Switch) – La reseña

La gran cantidad de contenido de Skyrim (incluyendo sus DLC) fluye naturalmente en formato portable y sin comprometer su desempeño.

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Han pasado seis años desde que la quinta entrega en la longeva serie The Elder Scrolls llegó al mercado bajo el nombre de la región nórdica en el ficticio continente de Tamriel y de su mundo Nim: Skyrim. Originalmente para PlayStation 3, Xbox 360 y PC, el juego terminó siendo relanzado en sistemas de actual generación para octubre del 2016, pero estas versiones solo recibieron una mejora estética y el uso de mods, manteniendo la experiencia de juego intacta.

Bethesda había intentado en el pasado lanzar una versión portable de su franquicia The Elder Scrolls en la consola PSP, aparte de los tres juegos móviles para Java que eran muy diferentes por obvias razones técnicas. Sin embargo, The Elder Scrolls Travels: Oblivion nunca vio la luz en la portátil de Sony, por lo que la saga se mantuvo una década más exclusiva de consolas caseras y PC.

Es acá donde entra el sistema híbrido de Nintendo, permitiendo que por primera vez en la historia de la compañía los fanáticos de la Gran N experimenten una parte del mundo de The Elder Scrolls y, lo más importante, tanto en formato casero como portátil sin perder la calidad.

Bethesda no ha sido tímido a la hora de aprovechar al máximo su quinta entrada de la serie. A pesar de que lo hemos visto durante años en sus diferentes versiones para usuarios de Sony, Microsoft y PC, incluyendo ediciones legendarias con todos los contenidos descargables, es en su modo para llevar donde radica el valor adicional de Nintendo Switch. Skyrim se juega exactamente igual que sus contrapartes, en una provincia enorme que no compromete resolución o frecuencia de cuadros por segundo. Hasta los tiempos de carga parecen haber sido reducidos.

La pantalla de Switch es lo suficientemente limpia y cómoda para jugar la mayor parte de Skyrim en modo portable, aunque una vez ubicada en su estación de conexión con el televisor, es posible cambiar el brillo y contraste para facilitar la exploración en cuevas un poco más oscuras.

Pero hay algo más que la muy bienvenida portabilidad para Skyrim en Switch. Gracias a los Joy-Con es posible habilitar controles de movimiento que recuerdan a un título de Nintendo que salió en los mismos días del original The Elder Scrolls V, como The Legend of Zelda: Skyward Sword, que hacía uso del accesorio Wii motion plus y permitía utilizar la espada, escudo y arco con el Wiimote y el Nunchuck.

Esa misma experiencia es emulada con una mayor precisión en Skyrim gracias a los Joy-Con, tanto para lanzar flechas como para protegerse con un escudo, así como para atacar con la espada, hacer uso de magias o forzar cerraduras y candados (en HD Rumble). Pero incluso con lo interesante que puede resultar esta adición, todo jugador descubrirá que al final el camino del control estándar es el más indicado para este tipo de juegos, y que los sticks y botones siguen siendo la forma ideal de experimentar este título de rol/acción como bien lo sabe hacer Bethesda.

La historia de Skyrim nos cuenta una guerra civil entre los insurgentes Capas de la Tormenta y la Legión Imperial. Ulfric, líder de los Capas de la Tormenta, ha sido capturado por el Imperio y dispuesto a ser ejecutado. El neutral personaje protagónico creado por los jugadores resulta estar entre el grupo de prisioneros esperando su muerte, donde el deceso de Ulfric significaría el final de la guerra. Entonces un dragón irrumpe la escena y causa el escape de los capturados, abriendo paso a un desarrollo argumental que dependerá únicamente de las acciones del jugador, las cuales gozan de completa libertad.

Hay una línea de misiones principales que no causan mayor sorpresa, pero la magia en los juegos de Bethesda como Fallout y The Elder Scrolls yace en el amplio mundo abierto por explorar y en las misiones secundarias por encontrar sin un orden específico. Cientos de otras historias y objetivos más interesantes (como la Hermandad Oscura) se encuentran esparcidos por el mapa de juego para ser descubiertos, por lo que cada rincón de Skyrim mantiene ocupado al elegido hijo del dragón personalizado por el usuario.

Por el lado de elementos exclusivos de Nintendo vemos contenido que recuerda la aparición de personajes de Super Mario y The Legend of Zelda en Scribblenauts Unlimited para Wii U. En el caso de Skyrim para Switch, The Legend of Zelda es la opción principal gracias a su cercanía con fantasías épicas. No es obligatorio el uso de figuras Amiibo compatibles, pero gracias a estos es posible desde el principio vestir a nuestro protagonista con la ‘túnica del campeón’ de Link proveniente de Breath of the Wild, así como recibir la ‘espada maestra’ y el ‘escudo Hyliano’. Este equipo puede conseguirse más adelante en el juego sin necesidad de poseer Amiibo alguno, aunque solo hasta cerca de la mitad del mismo. Algo lamentable es que las estadísticas de tales objetos no sean precisamente todo poderosas (como lo son básicamente en Hyrule), pero se entiende gracias a la facilidad de conseguirlos escaneando los Amiibo más relevantes.

The Elder Scrolls V: Skyrim para Nintendo Switch incluye también las tres expansiones descargables de Dawnguard, Hearthfire y Dragonborn. Si el juego base es de por si largo, estos DLC amplían por mucho el tiempo a invertir, y son una razón más para agradecer la portabilidad de Switch. Dawnguard añade una trama vampiresca, con la misión de evitar que el señor de los vampiros extinga el sol; Hearthfire permite comprar tierras y construir tu propio hogar o mansión en la provincia de Skyrim; y Dragonborn nos lleva a la isla de Solstheim (vista primero en la expansión Bloodmoon de Morrowind) con nuevas misiones y calabozos para enfrentar al primer ‘sangre de dragón’, Miraak.

Por supuesto hay muchos jugadores que gustan de completar sus juegos al 100%, pero en uno como Skyrim vale recalcar que lo más importante es explorar, descubrir, apreciar el gigante mundo que se nos presenta. No tanto en términos de extensión de territorio como de contenidos. Nunca encontrarás dos partidas iguales con las mismas rutas recorridas u orden de calabozos completados, y es algo que Nintendo implantó claramente en The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

Si, es un juego de seis años y que ha pasado por otras cinco plataformas, pero Skyrim es un título que todavía se mantiene firme, proveyendo la mejor experiencia posible en su versión para Switch. Más que una simple conversión, una muestra del dedicado trabajo de Bethesda en cuanto a la consola de Nintendo se refiere.

The Elder Scrolls V: Skyrim para Nintendo Switch
8.2/10 Nota
En resumen
No cabe ninguna duda que jugar The Elder Scrolls V: Skyrim en una optimizada pantalla portable como la de Nintendo Switch le da un valor remarcable, que anima a invertirle más tiempo en cualquier lugar o momento frente a versiones caseras como la edición especial. Las montañas, bosques, calabozos y pueblos de la provincia nevada de Tamriel no pierden calidad alguna en su formato para llevar, y en su lugar permiten apreciar el empeño de Bethesda por darle a fanáticos de Nintendo y novatos la mayor aventura hasta el momento de la franquicia The Elder Scrolls.

Reseña hecha con una copia digital de The Elder Scrolls V: Skyrim para Nintendo Switch brindada por Bethesda Softworks.

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