Todo un arquetipo dentro de la franquicia, pero el personaje que mejor lo representa es Mark Willard. Tras descubrir una cuarta parte de misterioso artefacto durante una excavación en el Ártico, Willard contrata a Lara Croft para encontrar las tres piezas restantes. Sin embargo, esta eventualmente descubre las intenciones del científico. Resulta que las piezas del artefacto tienen la habilidad de acelerar la evolución de cualquier ser vivo. Esto implica convertirlo en un horrible mutante.
La rival
Al igual que Lara, Amanda Evert es una amante de la aventura y siente una gran fascinación por lo antiguo. De hecho, esa coincidencia en gustos llevó a que fueran muy buenas amigas. Por desgracia, todo cambió durante una exploración en Perú. Después de que un misterioso monstruo atacara al equipo de investigación, Lara dio a su amiga por muerta. Sin embargo, como suele pasar en este tipo de historias, ese no fue el caso.
Sintiéndose traicionada, Amanda se alió con Jacqueline Natla para conocer más sobre Avalon, locación mística en la que se oculta una fuente de poder ilimitado.
Deidades
Por supuesto, Lara no sería un personaje tan emblemático de no ser por sus épicos enfrentamientos contra deidades de diferentes culturas. La exploradora se ha medido contra el dios egipcio Set, en Tomb Raider: The Last Revelation y Lara Croft and the Temple of Osiris; Himiko, en el reboot de 2013; y el dios azteca Xolotl, en Lara Croft and the Guardian of Light.
Si bien es poco probable que Alicia Vikander haga frente a una deidad en la próxima película, una secuela puede corregir eso. Al fin y al cabo, no hay nada que pueda detener a Lara.
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