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Reseña: The Legend of Zelda – Ocarina of Time 3D

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Para muchos de nosotros,’The Legend of Zelda: Ocarina of Time’ fue la primera historia que de verdad disfrutamos en todos los aspectos tanto visual, musical y narrativamente, el cual se volvió un icono de nuestra infancia y no sólo para nosotros sino para la industria se convirtió en leyenda.

En el momento en que Nintendo confirmó el lanzamiento de un remake de The Legend of Zelda para su nueva portátil, Nintendo 3DS, vino a mí el recuerdo de la navidad de 1998 en la casa de mi abuela cuando recibí un regalo que para mi edad y mi tamaño era casi la mitad de mi estatura, o al menos eso pensaba yo, en el que estaba algo que había querido desde que terminé Super Mario World en Super Nintendo. Era una Nintendo 64, acompañada de lo que consolidaría mi vida como gamer arraigado para siempre, y eso era ‘The Legend of Zelda: Ocarina of Time’. También recordé las noches que pasé junto a mi papá con un diccionario inglés-español en mano para poder entender la historia y resolver los acertijos que presentaba el juego, y hasta la fecha no ha habido un juego en el que me haya tardado tanto tiempo en terminar y haya disfrutado tanto como este.

Definitivamente lo primero que se destaca de Ocarina of time 3D al comenzar el juego es el efecto 3D que ofrece, el cual sin duda alguna es uno de los mejores, si no el mejor visto hasta ahora en la 3DS. Este efecto crea un ambiente totalmente esplendido con una sensación de profundidad que poco tiene que envidiarle al Real3D que vemos en el cine, complementado por una gran mejora gráfica en comparación al título original del N64. Las mejoras en los detalles, tanto en los ambientes como en los personajes son excepcionales, y a pesar de que a primera vista para los que disfrutamos del primer título el cambio es evidente, todos los lugares ya conocidos y los personajes con los que se identifican nuestra juventud son tal cual los recordamos, brindándonos las mismas experiencias, sensaciones y emociones que nos dieron la primera vez que disfrutamos de ellos.

Al comenzar a jugar pude notar de inmediato que el modo de juego es muy similar a lo que ya me tenía acostumbrado el N64. Prácticamente no ha cambiado nada, con la excepción de la incorporación del uso de la pantalla táctil, donde tendremos a nuestra disposición de forma rápida y sencilla el mapa, los ítems y los equipos, Gracias a esta tecnología táctil, Nintendo pudo incorporar botones rápidos (en remplazó de las flechas C que tenía el N64) para hasta cuatro ítems que podremos equipar a nuestro gusto con lo que estemos usando con mayor frecuencia en ese momento, y uno extra exclusivo para nuestra ocarina, evitando de esta manera las pausas constantes para entrar al menú de objetos, o para ver las notas de alguna de las melodías de nuestra ocarina que no recordamos. Con estos cambios, el jugador tiene una experiencia más continua y fluida en cualquier momento del juego.

Pero eso no es lo único nuevo en cuanto a gameplay que nos ofrece el juego. También usa el sistema de giroscopio y acelerómetro de la 3DS, dándonos la posibilidad de apuntar con el arco u observar a nuestro alrededor “a riesgo de vernos tontos”, con la simple acción de mover nuestra consola en la dirección que deseamos, de manera similar como se ve en Face Raiders, logrando darle aún más fluidez y variedad al gameplay.

Uno de los grandes atractivos de este título, aparte de los ya mencionados, es la posibilidad de jugar la versión del juego “Master Quest” (el cual solo estaba disponible para Game Cube al reservar ‘The Legend of Zelda: The Wind Waker‘). Esta versión es básicamente igual a la historia del Ocarina of Time original, con la excepción que contiene enemigos más fuertes y resistentes. La forma de resolver los templos es diferente llegando al punto de cambiar la ubicación de los objetos principales de estos y los puzzles dentro de ellos, logrando dar una experiencia totalmente nueva al resolverlos. Además, posee un “mirror effect” o efecto espejo, que consiste en que el mapa está invertido: todo lo que estaba a la derecha ahora está a la izquierda y viceversa. Cabe destacar lo interesante que es jugar con el efecto espejo, de verdad te sientes en un lugar totalmente diferente y que estás explorando un Hyrule que nunca habías visto antes, de esta manera percibes que estás jugando algo diferente y que no simplemente estás re-pasando un juego con una dificultad distinta. Es algo totalmente satisfactorio y bien recibido, teniendo en cuenta que debes terminar primero el juego original para que desbloquear esta versión.

Respecto a los demás aspectos del juego como lo son la música, la historia, sonidos y hasta diálogos en las dos versiones, son tal como se vivieron en la N64.

Nintendo sin lugar a dudas logró conservar, a mi parecer, unas de las mejores experiencias que tiene la industria, aprovechando el potencial de la 3DS y usando todos los aspectos que ofrece la consola a su favor, dándole un nuevo aire a un viejo clásico y llevándoselo a una generación nueva que estoy seguro que lo disfrutará tanto como yo lo disfrute en su tiempo.

Con todo esto sólo me queda concluir que hasta el momento, ‘The Legend of Zelda: Ocarina of Time 3D’ es el mejor titulo que posee la 3DS en su librería actual. Definitivamente sólo uno de los mejores juegos de la historia podría marcar una generación y en verdad creo que también será parte de muchas más, tal como una verdadera leyenda.

The Legend of Zelda: Ocarina of Time 3D
9.1/10 Nota
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