Kholat – La reseña

Kholat es un título que solo puedo definir como extraño. Quizás no de terror, pues técnicamente no asusta, sino más bien de angustia y desesperación, de ese tipo de sensación que solo podemos sentir cuando se nos cuenta una historia de terror y empezamos a creer que es verdad, y peor aún, a materializar nuestros temores internos.

Basado en una tragedia real, Kholat nos da un repaso al trágico accidente de nueve alpinistas en los montes Urales en 1959, en plena Uniòn Sovietica, un evento que no solo ha levantado dudas desde la época, sino que al día de hoy no ha sido explicado por las raras condiciones en las que se dio. Y más aún, por las condiciones en la que los cadáveres de las personas fueron encontrados.

Según se sabe, todos los cuerpos se pigmentaron de un color marrón/naranja que solo podría ser explicado por la radiación, pero peor aún, todos parecían haber sido torturados por algún tipo de bestia. Esto explicaría por qué fueron armados a la expedición, pero no la razón por la que no llegaron a usar sus armas de fuego.

En fin, el misterio que envuelve este evento y la incertidumbre que evoca es ideal para un juego de terror, uno que mezcla la vida real con un tinte de ficción que nos llevará por una aventura corta, pero llena de angustia más por el tipo de ambientación que por el desarrollo de la trama como tal.

A pesar que el material original es impresionante y se presta para ser especulativo, Kholat no llega a ser tan interesante argumentalmente. Esto se debe a la mecánica principal del juego pues estaremos limitados a buscar una serie de notas que nos darán idea de qué fue lo que sucedió en los montes Urales, entremezclando así recortes de periódico con información real con otros recortes o fotografías que claramente fueron elaborados para brindar una tensión narrativa.

Desafortunadamente, a pesar que la mecánica de los recortes estará presente durante todo el juego, solo habrá un par de situaciones contadas en las que se dará peso a la historia, lo que hace que el ritmo no sea lento. Aunque esto es comprensible, al final no hay un desenlace que conteste nuestras preguntas… incluso si hemos encontrado la totalidad de notas por todo el mapa.

Si bien esto puede sonar como algo terrible, Kholat brilla parcialmente (ya entenderán por qué) por otros apartados, tal como la jugabilidad y su ambientación.

Tal como lo han hecho otros juegos de este género, Kholat se puede definir como un “Walking Simulator” en primera persona en el que las herramientas a nuestra disposición serán mínimas. Para este juego en específico solo contaremos con nuestro diario (que servirá para leer nuestras notas y recortes encontrados), mapa y brújula.

Esto último nos forzará a orientarnos por medio de coordenadas más que por un marcador en el mapa, lo cual puede ser tanto bueno como malo según la persona. En lo que a mí respecta, el sistema se me hace poco amigable y demasiado complejo, pero no niego que su implementación es acorde a la temática del juego y refuerza el concepto detrás de estar perdido en una zona donde ha habido una serie de desapariciones bajo condiciones misteriosas.

Al jugar este título no puedo dejar de pensar en The Vanishing of Ethan Carter, pues no solo empieza de la misma forma, sin darnos alguna idea de qué debemos hacer, sino porque detrás de la trama aparentemente realista hay un componente sobrenatural que poco a poco se integrará a la historia y a los lugares que vamos visitando.

Si hay algo que resaltar de forma positiva en Kholat es la ambientación, pues no solo ésta logra ser tensionante en cada instante, sino que consigue dicho cometido por la unidad que hay a nivel visual y sonoro con unas tonadas tétricas y silencios que irán alternándose a lo largo de nuestra “aventura”. Desafortunadamente, este título también tiene un par de elementos que se interponen y no dejan que el juego brille en su totalidad.

Lo primero a tener en cuenta es el ritmo. Como ya dije, la base de este juego es la exploración con el objetivo de encontrar las notas a lo largo del mapa, sin embargo, aun encontrándolas no habrá un momento clave que impulse la trama hacia adelante. Esto también afecta el valor de rejugabilidad de Kholat, pues no solo impedirá que algunos progresen en la trama por ser tan lento, sino porque tampoco motivará a que uno lo repita.

Aun así, el fallo más grande y lamentable en Kholat en su versión para PlayStation 4 es el rendimiento. En una palabra, TERRIBLE. Lo logrado por el apartado sonoro y visual se arruina cuando vemos que no hay una tasa estable de cuadros por segundo, de hecho, es normal que para este título los FPS caigan cada 10 o 30 segundos por debajo de lo admisible, lo que hace que no sea en lo absoluto atractivo e inmersivo cuando lo estamos jugando.

Reseña hecha con una copia de Kholat en su versión de PS4 brindada por IMGN.PRO