En Estados Unidos quieren cobrar un ‘impuesto al pecado’ a ciertos videojuegos

A los legisladores estadounidenses les encanta usar a los videojuegos como chivo expiatorio. A comienzos de 2018, el gobierno de Donald Trump intentó culpar a este medio de los tiroteos que siguen ocurriendo prácticamente todas las semanas en ese país. Esto no fue más que una forma de distraer al público para que no exijan control a la venta de armas de fuego.

Pero algunos políticos quieren hacer algo más que distraer. Legisladores del estado de Pensilvania han presentado un proyecto de ley que pretende cobrar un impuesto a ciertos títulos que se vendan en ese estado.

Este proyecto, que ha llegado a ser conocido como ‘impuesto al pecado’, pretende cobrar un 10% más a los jugadores que compren títulos con contenido violento, aumentando su costo a $66 dólares. Para que sirva de ejemplo, si en Colombia introdujeran un impuesto similar, los juegos nuevos aumentarían su costo de 220.000 pesos (precio promedio de un juego nuevo en una tienda de cadena) a 242.000 pesos.

Uno de los representantes responsables de este proyecto, Christopher B. Quinn, lo justifica citando un estudio del centro nacional de investigación sobre la salud. Este dice que los videojuegos con contenido violento aumenta los comportamientos, pensamientos y actitudes agresivas en los jugadores. Dicho estudio también hace una clara diferenciación entre esto y las acciones violentas, aclarando que no hay evidencia de que los videojuegos influyan en la decisión de una persona de cometer una acción de este tipo.

El representante Quinn no menciona esto último en su proyecto.

Esta no es la primera vez que se intenta crear una ley similar en Pensilvania. En octubre de 2018 se presentó un proyecto similar, pero no fue aprobado. Es probable que en esta ocasión pase lo mismo, pues muchas personas consideran que un impuesto de este tipo es anticonstitucional.

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Fuente: Variety