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Adiós Ouya, gracias por… lo que sea que hayas hecho

Una mini consola que prometió más de lo que al final pudo entregar.

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Cuando fue anunciada en 2012 por medio de una campaña en Kickstarter, la pequeña consola Ouya fue toda una sensación entre el público, brindando miles y miles de dólares a las arcas de sus creadores bajo la promesa de una máquina de videojuegos por menos de 100 dólares. Pero cuando su lanzamiento arribó en 2013, aunque cumplía con las limitaciones técnicas ofrecidas, era claro que no podía brindar juegos más allá de la calidad vista en móviles.

Pese a que después permitiría hacer streaming de títulos triple A, estaba lejos de siquiera igualar lo visto para entonces con Sony, Microsoft y Nintendo. Tampoco ayudaba su control de plástico con aspecto algo barato y una pequeña librería de juegos que bien ya habitaban en Android. En su etapa de promoción se insinuaba la capacidad de ejecutar emuladores y por ende la facilidad de acceder a ROMs e ISOs, lo que adicionalmente le generó mala fama entre la industria.

A los pocos años de vida, para julio del 2015, la producción de Ouya fue descontinuada, el inicio del entierro que oficializaría la compradora compañía Razer. Para el 25 de junio del 2019, la mini consola recibirá el cierre de su tienda digital, el único medio para obtener legalmente juegos en el sistema.

Después de esta fecha, los propietarios de Ouya no podrán acceder a su cuenta ni a cualquiera de los servicios en línea, como comprar nuevos juegos o volver a descargar aquellos adquiridos. Los títulos descargados e instalados hasta entonces podrán ser usados en modalidad offline sin ningún problema, siempre y cuando no requieran una validación de propiedad.

Entre aquellas curiosidades, Ouya era técnicamente un competidor más (o menor) de Nintendo, y tanto la mini consola como el sistema Switch comparten chips Nvidia Tegra. Si se trata de ver un relativamente similar sucesor espiritual que podría triunfar donde Ouya fracasó, más vale echarle un ojo a la futura consola portátil Playdate, estética y jugablemente más interesante.

Una consola portátil que recuerda la esencia de la diversión

Fuente: Razer

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