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E3

[#E32018] Hitman 2 es una hilarante caja de arena

Miami, sol, autos de carreras, un traje de flamingo, un pescado como arma, y el mejor asesino silencioso en un entretenido paquete.

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El reboot del Agente 47 en 2016 dejó unas cuantas lecciones para su desarrollador IO Interactive. En primer lugar, el cambio de distribuidor por Warner Bros Interactive Entertainment en lugar de Square Enix; un movimiento de recuperación de propiedad intelectual que les dio mayor libertad para hacer el juego que de verdad querían, no uno impuesto por episodios, cuyos resultados financieros en ese entonces tampoco fueron del todo satisfactorios para los actuales dueños de Deus Ex y Tomb Raider.

El nuevo aire corporativo también se siente en la secuela de Hitman, vistosa y con una libertad abrumadora muchas veces ansiada, pero pocas veces realizada a plenitud en anteriores entregas. Gracias a una demostración jugable de Hitman 2 en el pabellón de Warner Bros durante E3 2018, pudimos ponernos en la corbata del asesino silencioso y comprobar la maravilla que es el nuevo título como baúl de juegos. Junto con ciertas dosis de humor.

Localizados en un Gran Premio de Fórmula 1 en Miami y con la misión de acabar con la vida de un millonario que además es piloto de carreras, comenzamos vestidos con ropa casual y camiseta polo blanca, sin el típico atuendo del Agente 47. Fuese por despiste o no escuchar por un momento a la guía de demostración del juego que tenía a mi lado, caminé por la entrada de las graderías para el público sin dejar que el guardia de seguridad efectuara su requisa.

Dicha acción desencadenó una serie de gritos por parte de la gente, no entendía por qué hasta que el mencionado guardia apuntó con su arma al lampiño 47 y le hizo rendirse, fracasando en la misión sin siquiera haber comenzado. Fue irrisorio.

Habiendo aprendido a actuar sin generar sospecha por una simple requisa, proseguí sigilosamente y camuflado entre el público para seguirle la pista a Sierra Knox, el piloto objetivo, sin que este se diera cuenta. Lo siguiente fue ir por un dispositivo explosivo ubicado en una camioneta y puesto ahí por algún aliado, encontrando en el camino a un sujeto vestido con un traje de flamingo, mascota de alguna compañía. El parqueadero también serviría para dejar inconsciente a un guardia y quitarle su uniforme, accediendo así a la zona superior VIP donde se encontraba el bar.

El marcador por asesinar había ido por un trago y yo debía esperar a que un conocido suyo dejara de conversar con él para acceder a su bebida e intoxicarlo. Antes de eso, tenía que dirigir al Agente 47 hasta la cocina donde podía ver a un mesero, la víctima perfecta para efectuar más hurto de ropa. Solo debía distraerlo encendiendo un radio en la habitación contigua a la cocina, ante lo cual el mesero atendió y me ubiqué justo detrás de él para dejarlo inconsciente golpeándolo con un pescado, sí, el legendario pescado. De alguna forma el menú contextual respondió erróneamente sobre el radio y no sobre el camarero, haciéndolo sospechar del sujeto detrás suyo y dándose a la huida en pánico. No tardó mucho en llamar a seguridad y 47 en fallar con su misión, otra vez de manera absurda.

Por fortuna, el juego guarda en varios puntos de la misma misión, por lo que regresar al bar fue rápido y sin daños, aunque la guía (real) que me asistía en la demostración no podía creer la aleatoriedad que había ocurrido en la cocina por un simple radio. Retomando, pude dejar inconsciente al camarero, tomar su uniforme y la sustancia de la cocina para echar en el trago de Sierra Knox, aprovechando un rápido descuido del hombre en la ventana del bar.

Mientras yo disimulaba limpiar la barra del bar con un trapo, el objetivo se dirigió con urgencia al baño debido al efecto de la toxina natural, donde aproveché para seguirlo y dejarlo inconsciente, robando su uniforme de piloto de carreras y accediendo al garaje. Lugar perfecto para ubicar sigilosamente el dispositivo explosivo bajo el chasis del monoplaza.

Ahora solo faltaba acceder nuevamente a las graderías para ver la carrera y activar los “fuegos artificiales”, pero con un traje más llamativo por motivos de distracción. Para eso lo mejor fue encontrar al sujeto vestido de flamingo y golpearlo en su cabeza desde lejos con el pescado: jocoso, sucio y fugaz. Vestido como pájaro rosado, me dirigí entre el público espectador esperando el momento justo en que el piloto marcador cruzara con su vehículo escarlata a toda velocidad; la primera vuelta lo dejé pasar, pero la segunda fue más que indicada para activar el detonador y ver el auto volar en plena carrera al frente mío.

Misión cumplida, pajarraco 47.

Hitman 2 dejará atrás la fórmula por episodios de la entrega previa e incluirá seis niveles completos con su lanzamiento, los cuales se asimilarán a la experiencia de Miami jugada en esta demostración. Lo interesante es que aquel solo fue uno de muchos caminos que se pueden tomar para acabar con nuestros objetivos, experiencias de mundo abierto en mapas compactos pero altamente interactivos, donde cada personaje no jugable tiene sus propias rutinas y reacciones. Una caja de arena por cada nivel que tampoco se olvida del humor como herramienta de ataque, la más efectiva.

Hitman 2 llega el 13 de noviembre a PlayStation 4, Xbox One y PC.

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