Por la salud mental de Tony Stark

La emotiva escena final en The Avengers presenta a un impensable mártir Tony Stark, desviando un misil nuclear hacia un enorme agujero de gusano para que detone en medio de la nave nodriza de un ejército alienígena, con la plena certeza de no regresar para contarlo. Por la falta de aire y con algo de suerte, pierde la consciencia y su cuerpo en el traje de titanio logra cruzar el portal de vuelta a la Tierra en el último momento, justo para ser atrapado por Hulk, o Thor, en caso de que el gigante esmeralda no se le hubiese adelantado. Fue un acto de sacrificio, y la respuesta de Stark hacia el reclamo de Rogers por su egocentrismo.

Tony no murió, porque su posición en el Universo Cinematográfico de Marvel no se lo permite, pero bien le hubiera valido más en lugar de convertirse lentamente en el antagonista durmiente de los héroes más poderosos del planeta. Es algo que pocas veces nos detenemos a pensar y que jamás se cruza por la cabeza de sus heroicos compañeros de batalla, pero la salud mental de Stark ha sido la más afectada desde su primer encuentro con Loki y los Chitauri, reemplazando al demonio dentro de la botella propio de los cómics.

Una parte de las consecuencias del estrés postraumático de Tony se exploró en la popularmente infame Iron Man 3, con su novia Pepper Potts lidiando y apoyando en la medida de lo posible a su antiguo jefe. Como era de esperarse y atestiguan muchos compañeros conyugales de veteranos de guerra en el mundo real, ella fue incapaz de direccionar el problema psicológico de su pareja, optando por alejarse del mismo y cayendo posteriormente en el papel de damisela en peligro con una dosis de Extremis. Y bueno, hasta razón tenía para querer alejarse, no todos los días las pesadillas de tu conyugue quieren asesinarte.

Aunque frecuentemente culpado de ego elevado y narcisista, realmente Stark buscó ayuda profesional, pero con la persona equivocada. En la escena post-créditos podemos ver a un adormecido Bruce Banner que debía haber escuchado toda su historia con el Extremis y el Mandarín, ofreciendo un sabio consejo dada su amplia experiencia en el campo del autocontrol. Pero en lugar de ello hizo caso omiso al grito de auxilio de su nuevo mejor amigo.

Posteriormente Tony decidió dejar atrás todos sus inventos tecnológicos y dedicarse a su relación con Pepper, directora de Industrias Stark. Como sabemos, en ese inexplicable vacío entre Iron Man 3 y Age of Ultron, parece que todo volvió a ser como era antes, el genio filántropo reconstruyó sus armaduras e incluso diseñó todo un ejército mecánico por motivos de seguridad global, que vemos actuar en la primera incursión de los Vengadores en Sokovia.

Tony, el hombre de la coraza de hierro (una aleación de oro y titanio como el satélite Serafín), se encuentra profundamente afectado de manera real en delicadas áreas de su vida, pero sus compañeros, colegas y supuestos amigos, solo ven un generoso patrocinador de juguetes y tecnología para sus escapadas como el equipo de Vengadores. Ya que no hay S.H.I.E.L.D. de dónde aferrarse (con excepción de los agentes de Coulson), Stark es el chico adinerado del barrio donde todos van por su ronda de videojuegos.

Entonces la paranoia de Tony deja el ámbito personal y se extiende a un nivel global, especialmente potenciada por la visión que Scarlet Witch le infunde al comienzo de Age of Ultron, lo que directamente lleva a la creación de Ultron. El desarrollo de esta inteligencia artificial pacificadora es un intento por parte de Stark para tomarse un respiro en su agitada vida como Iron Man, pero los planes fracasan de manera estratosférica. Su mente sigue vagando y pidiendo por ayuda, pero además de eso ahora carga la culpa por la concepción de Ultron y sus consecuencias posteriores.

Bruce Banner, co-creador del robot demente, ha pasado por algo similar durante años en el proceso de asimilar a su “otro sujeto”, por eso sabe que no puede confiar en su propio poder y desaparece del rastro de los Vengadores, aunque con un ojo de Natasha Romanoff sobre él, entre quienes se generó una interesante empatía capaz de amilanar sus demonios internos. Steve Rogers por su parte ya es un hombre que no se siente fuera de su tiempo, apoyado por amigos como Sam, Sharon, Natasha, y contando. Tras la pérdida de su hermano, Wanda Maximoff encontró una familia en el grupo de Vengadores y en personajes como el sabio The Vision y el paternal Clint Barton. El dios del trueno, Thor, estaba de vacaciones en Australia, preparándose para el Ragnarok y ya lejos de una Jane Foster que jamás regresará (cortesía de Natalie Portman).

El asunto es, cada uno de los Vengadores pasa por diferentes problemas personales y reciben la ayuda e incondicional apoyo de sus amigos cercanos para salir adelante. En el caso de Tony Stark, todos asumen que está bien, y esa idea preconcebida es la razón por la que su situación mental se desestabiliza con cada nuevo filme.

Para llenar la copa, la relación con Pepper llegó a su fin, y Rhodey, aunque mejor amigo, se encuentra tan ocupado en su servicio al gobierno y como War Machine, que poco puede hacer fuera de su papel a través de la trilogía de Iron Man, sin olvidar las consecuencias de Civil War.

Su conflicto con Steve no era una situación de celos amistosos como muchos lo hicieron ver fuera de la pantalla, eso le corresponde a Falcon y Winter Soldier. Los Acuerdos de Sokovia eran el resultado de un fallido plan pacificador con Ultron, lo único que se podía hacer de manera legal para prevenir otra situación similar. El último intento en la obsesión por la seguridad de parte de Stark. Pero nuevamente, nada salió como se esperaba.

Actualmente, Tony se encuentra solo, con un nuevo descubrimiento sobre la muerte de sus padres y aislado como el causante de múltiples y terribles situaciones. Nadie recuerda al hombre que salvó a Nueva York de un cataclismo nuclear tras una desesperada batalla, tampoco a aquel que fue capaz de detener a Hulk de su iracunda embestida en Johannesburgo.

La reacción natural hacia Stark es de antagonismo o abandono.

La ansiedad de Tony es motivo de interés porque nos permite darnos cuenta que, de hecho, es algo humano. No importa si sus ataques de pánico o paranoia son indicativos de estrés postraumático o cualquier otra categoría psiquiátrica. El punto es, que un sujeto brillante, inteligente, poderoso y aparentemente fuerte, puede ser a la vez alguien vulnerable, asustado y confundido. Un superhéroe con la mente de un humano.

Tomando sus palabras, es difícil confiar en alguien sin un lado oscuro. En retrospectiva, Loki ha sido la única amenaza externa que los Vengadores han enfrentado, causante también de su unión en un principio. El resto de problemas subsecuentes han sido causados, directa o indirectamente, por los inútiles intentos de Stark en ayudarse a sí mismo sin dirección alguna.

Y no es sino hasta el último momento de Civil War, cuando sus caminos se han separado y el equipo se encuentra fracturado por una innecesaria disputa con nefastos resultados, que Rogers le extiende un sincero mensaje de comprensión y apoyo a su antiguo colega y rival, uno que Tony llevaba esperando desde hace años, pero que finalmente llegó.

No ha sido un camino fácil, pero tal vez sea el exorcismo que tanto necesitaba.